lunes, 30 de abril de 2012

EMPODERAMIENTO DE LA MUJER


 “La potenciación económica de la mujer no es un problema de las mujeres, es un problema del desarrollo”, afirma Danny M. Leipziger, vicepresidente y jefe de la Red sobre Reducción de la Pobreza y Gestión Económica del Banco Mundial.

“Si no se invierte lo suficiente en las oportunidades económicas de la mujer, se limita el crecimiento económico y se desacelera el avance en la reducción de la pobreza”.

Antes de permitiros seguir leyendo esta entrada, la cual espero que hayáis empezado reflexionando sobre las dos citas anteriores, me gustaría que echaseis un pequeño vistazo a las siguientes noticias y comprobaseis si identificáis algún concepto común en todas ellas.




El concepto repetido y casi el motivo fundamental de todas ellas, es 


el que explicamos a continuación.

Empoderamiento de la mujer: proceso por medio del cual las mujeres incrementan su capacidad de configurar sus propias vidas y su entorno, una evolución en la concientización de las mujeres sobre sí mismas, en su estatus y en su eficacia en las interacciones sociales (Margaret Schuler, socióloga estadounidense.)

En definitiva, se trata de un concepto que aboga por el cambio de la situación desfavorecida y subordinada en la que viven las mujeres, para que puedan aumentar su poder, su influencia y participen por tanto, en el cambio social.

Se trata de un término que ha adquirido su máxima expresión en   relación a los estudios de género y sobretodo, en relación al género y al desarrollo, introduciendo el empoderamiento como medio para que la mujer acrecente, como decíamos antes, su participación en la sociedad.

Para poder hacer eficaz en la práctica esta idea y que no se quede en una utopía, como otras muchas referentes a la mujer y su situación, vamos a presentar una serie de principios para el empoderamiento de la mujer que, UNIFEM, organización puntera en la lucha por la igualdad de género, ha diseñado conjuntamente con el Pacto Mundial de las  Naciones Unidas, en lo que es la mayor iniciativa de responsabilidad cívica empresarial del mundo, que cuenta con  la participación de 7.000 empresas y de otros involucrados presentes en más de 135 países.

-          Una dirección que promueva la igualdad de género: apoyos, políticas que incluyan la dimensión de género y el respeto a los derechos humanos, implicación empresarial, etc.

-          Igualdad de oportunidades, integración y no discriminación: misma remuneración y beneficios, nombramiento de mujeres para puestos ejecutivos y directivos, implementar la contratación y la protección al empleo, permitir participar a la mujer en la toma de decisiones laborales, condiciones laborales flexibles, etc.

-           Salud, seguridad y una vida libre de violencia: condiciones de trabajo seguras, políticas de tolerancia cero frente a acosos y violencia, respeto del tiempo libre, etc.

-          Educación y formación: capacitación en el lugar de trabajo que favorezca el avance de las mujeres, programas de educación patrocinados por la empresa en igualdad de oportunidades, etc.

-          Desarrollo empresarial, cadena de suministros y prácticas de marketing: promover soluciones que integren la dimensión de género a los obstáculos que suponen los créditos y los préstamos, extender las relaciones empresariales a las empresas dirigidas por mujeres…

-          Liderazgo y compromiso comunitario como por ejemplo garantizar la suficiente representación de la mujer en cualquier mecanismo de consulta comunitaria.

-          Y por último en lo referente a trasparencia, evaluación e información.

Así de manera más general, se pretende que las mujeres tomen conciencia de su situación, tengan confianza en sí mismas, autonomía para decir sobre sus propias vidas y que éstas se movilicen para identificar sus intereses y luchar contra las instituciones y situaciones que las limitan y perpetúan su situación.

Por último, me gustaría destacar los resultados del Informe de Desempeño Social del MIX (Microfinance Information Exchange). Éste  identifica como “servicios de empoderamiento de la mujer” los no financieros, como una de las formas en las que las IMFs pueden alcanzar el objetivo de empoderamiento de las mujeres. Incluyen:

• Capacitación de negocios para fortalecer las oportunidades de mercado para la mujer.
• Formación en liderazgo para mujeres.
• Formación en derechos y responsabilidades como líderes en modelos participativos.
• Educación en derechos de las mujeres o formación en temas de género para hombres y mujeres.
• Servicios y/o asesoría legal para mujeres víctimas de la violencia.
 “Otros”, para las IMFs que proveen un servicio distinto a las opciones enumeradas.

Gráfico 1: Servicios de empoderamiento de las mujeres por tipo, a partir de una muestra de 59 IMFs






domingo, 29 de abril de 2012

¿POR QUÉ SIGUE SUCEDIENDO EN PLENO SIGLO XXI? MGF







La pobreza extrema, la vida en la calle y la falta de educación, llevan a muchos niños del tercer mundo a ser víctimas de la trata de menores y a situaciones de esclavitud y explotación sexual. Según diferentes estudios, aunque también los niños son afectados, son más del doble las niñas que viven estas situaciones. La falta de controles y legislación hacen que estas situaciones se incrementen.

Niñas procedentes de Asia y Europa del este, son enviadas a otros países como “novias a la carta”, estando, en la mayoría de los casos, solas y desamparadas. También, muchos de estos niños que son víctimas de la trata de menores, son explotados para trabajo domésticos pero sobretodo, sexualmente, siendo el 90% de éstos niñas.

Pero hay algo, en pleno siglo XXI, totalmente INCOMPRESIBLE: más de 100 millones  de niñas y mujeres han sido y siguen siendo víctimas de mutilaciones genitales (extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas). En África, esta práctica sigue siendo una epidemia, tal y como afirma la Organización Mundial de la Salud en uno de sus últimos informes. Tan solo en Sierra Leona, el porcentaje se eleva al 94%, realizándose entre los 4 y los 10 años.

La práctica la realizan comadronas o parteras profesionales, es una profesión muy bien remunerada económicamente.

Se cree, de manera tradicional, que tras al realizarse esta práctica, en un futuro, las niñas, tendrán mayores oportunidades de contraer  matrimonio, que aumentará su fertilidad y  tendrán mayor pureza.

Teniendo en cuenta cuál es la situación de estos países subdesarrollados donde se suelen realizar estas prácticas, podemos imaginarnos en qué condiciones se desarrollan las mutilaciones.Además, todas las mujeres sufren fortísimos dolores ya que no reciben previa anestesia, enormes pérdidas de sangre e incluso
ponen en riesgo su vida. Eso sin hablar de los efectos secundarios  que la situación puede acarrear. Suponiendo todo ello, una violación de los derechos de las niñas y una discriminación que vulnera la igualdad de oportunidades, entre otras muchas cosas.

Científicos de la universidad de Yale, de Estados Unidos, realizaron un estudio sobre la práctica de la mutilación genital femenina, indagando en cuestiones sobre si se había sufrido el proceso, si se tenían hijas que lo habían sufrido y si se consideraba que era algo que tenía que continuar. Se concluyó que en Sierra Leona, Gambia, Burkina Faso y Mauritania, la prevalencia de la práctica, a fecha del año 2005, era de una 94%, 79%, 74% y 72%, respectivamente. Sin embargo en Ghana o República de Níger, tan solo un 6% habían sufrido el proceso.

También, se reveló que la poca educación, el estar o haber estado casada y el hecho de ser musulmana, favorecían el haber sufrido mutilaciones genitales. A pesar de los esfuerzos que se vienen desarrollando en estos países por erradicar la situación, es importante incidir en la conciencia de las personas, en la prestación de apoyos por parte de profesionales y, fundamentalmente, en el cumplimiento de la ley que, por supuesto, prohíbe este tipo de prácticas.


A pesar de todo, muchas ONG´s luchan día a día por la abolición de estas situaciones y por la mejora.Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, os invito a ver en el siguiente video un pequeño ejemplo de cómo cambiar no es imposible y de cómo en algunos lugares, ya se están consiguiendo avances.




jueves, 26 de abril de 2012

DESIGUALDADES PARTE 4: MUJER Y POLÍTICA


Participación

El primer país donde se consigue el derecho al voto para las mujeres es en Suecia en el año 1862. Una década antes, ya habíamos asistido a las primeras reivindicaciones feministas:

-           Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía (Olimpia Gouges, Revolución Francesa).

-          Vindicación de los derechos de la mujer (Mary Wollstonecraft, 1762).

En España, no es hasta 1931, tras la instauración de la Segunda República, cuando las mujeres consiguen el derecho al voto. A pesar de estos “avances” en algunos países, la generalización de este derecho no se ha conseguido hasta la segunda mitad del siglo XX.

Sin embargo, en Oriente Próximo y medio, las mujeres no tienen ningún derecho a participar en la vida política y tampoco tienen derecho a voto.

Indira Ghandi fue la primera ministra de India en el año 1966 y Golda Meir la primera ministra de Israel en 1969 y, ni tan siquiera 30 mujeres pudieron seguir sus pasos en ese mismo siglo.

Es sabido, y como así venimos mencionando en este blog ya en varias ocasiones, que las mujeres tienen un acceso mucho menor a los altos cargos y puestos de responsabilidad.

Ruanda y Suecia, consiguieron en 2005 fijar unos datos récord situando en un 48,8% y 45,3 % la participación de mujeres en las cámaras legislativas respectivamente. En África Septentrional y Asia Occidental, las ministras solo ocupan un 2% de los puestos. Por si fuera poco, los ministerios donde las mujeres tienen más participación son los de menor peso político. Los ministerios de mayor presencia femenina son los de servicios sociales.

Acceso al poder político y económico

El IPG es un índice que se utiliza para captar la desigualdad entre los sexos en distintas esferas clave de la participación política, económica y en la adopción de decisiones. Tiene en cuenta 4 aspectos fundamentales:

-          - La participación porcentual de mujeres y hombres en puestos administrativos y ejecutivos.
-         -  La participación porcentual de mujeres y hombres en puestos profesionales y técnicos.
-     - La participación porcentual de mujeres y hombres en los parlamentos de los países.
-          -Producto Interior Bruto per cápita real de mujeres y hombres.

Este índice demuestra que las oportunidades para las mujeres solo están en parte relacionadas con su ingreso económico, lo que queda reflejado en países como Trinidad y Tobago, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, donde los índices de potenciación de género, IPG´s, son superiores a países con índices de desarrollo humano y rentas más altas.

Para poner punto y final a este continuo de entradas donde se han mostrado una serie de desigualdades que afectan a las mujeres, sobre todo haciendo hincapié en las situaciones de los países más desfavorecidos,  me gustaría destacar los nombres de algunas de las mujeres que han recibido premios Nobel o destacan y han destacado en el ámbito político, como Angela Merkel, tan nombrada en la actualidad, o Cristina Fernández de Kirchner.

Margaret Thatcher, Michelle Bachelet o Benazir Bhutto, en el ámbito de la política y Teresa de Calcuta (Congregación de las Misiones de las Caridad), Rigoberta Menchú Tum (denunció la represión de los derechos humanos en Guatemala) o Maired Corrigan y Betty Williams (Movimiento de Par de Irlanda del Norte), por sus respectivos premios Nobel, también merecen ser citadas hoy aquí.

Ojalá la lista, que muy sintetizada he mostrado en los párrafos anteriores, pudiera seguir creciendo a lo largo de los años a favor de las mujeres. Ojalá que aumentase el número de mujeres presidentas de Estado, de Gobiernos o primeras ministras, para ir erradicando, poco a poco, esta desigualdad e infravaloración que a lo largo de los años nos ha ido llevando en el remolque que conducen y siguen conduciendo los hombres.

Lista de mujeres presidentas del Gobierno, de Estado o primeras ministras en Europa, Asia, América y África:








Fuente: GAGO, CÁNDIDA, Atlas de las mujeres en el desarrollo del mundo, España: Sm, 2006



miércoles, 25 de abril de 2012

DESIGUALDADES PARTE 3: SALUD, EDUCACIÓN Y TRABAJO.


Considero la siguiente entrada una de las más importantes e interesantes dentro de esta bloque de "desigualdades". En ella se habla de la salud, el trabajo y la educación. Tres aspectos que, a mi modo de ver, deberían ser prioritarios en la búsqueda de la equidad de género ya que de ellos depende el futuro de las personas.
Como vamos a ver, uno de las finalidades de este Objetivo del Milenio que estamos desarrollando, era conseguir la igualdad de género en educación de manera generalizada para 2015. Las previsiones, por el momento, no son alentadoras.


Salud

Las desigualdades entre hombres y mujeres continúan en temas de salud. A parte de otras muchas consideraciones, muertes por complicaciones en el parto o muertes por cáncer de mama o de cuello de útero, son las enfermedades más distintivas que afectan a las mujeres. El cáncer de cuello de útero, ha disminuido en los países occidentales pero los Estados en vías de desarrollo cada año se diagnostican 400000 nuevos casos. Se agrava en África Oriental y Central, en el Caribe y en las zonas tropicales de América del Sur y Asia.

Además, existen diferencias entre las enfermedades que afectan al sexo femenino y al sexo masculino. Según datos de la OMS, el cáncer afecta más a las mujeres y las cardiopatías afectan más a los hombres. Esta relación se hace inversamente proporcional a partir de los 65 años.

Así, teniendo en cuenta estas diferencias, me parece oportuno e interesante mostrar el siguiente gráfico donde podemos observar las causas de defunción por sexos en el mundo.

Causas de defunción por sexo en el mundo

Un capítulo aparte, lo constituye el SIDA.  En torno al año 2000, la repercusión de esta enfermedad en hombres y mujeres parecía estar igualada. Pero, en África Subsahariana, más del 50% de las personas afectadas por esta enfermedad son mujeres.

Pese a toda esta problemática referente a la salud, la esperanza de vida de las mujeres ha aumentado en las dos últimas décadas del siglo XX, excepto en Europa Oriental y la Unión Soviética. Fijémonos en el siguiente mapa, que da cuenta de la situación de la esperanza de vida femenina durante los años 1975-1999:

Años de progreso en la esperanza de vida femenina (1975-1999)



Educación

De los 876 millones de personas analfabetas del mundo, dos tercios son mujeres, ¿no te parece una exageración?  A pesar de las mejoras, la tasa de analfabetismo media en los países en vías de desarrollo (año 2000) era de un 16,6% en los hombres y mujeres de entre 15 y 24 años.

Tradicionalmente, la mujer ha sido la que menos acceso ha tenido a la educación y a la cultura y la que menos oportunidades laborales ha tenido. La educación permite a la mujer mejorar su calidad de vida, su autoestima, su confianza y su autonomía.

Los cambios sociales están directamente relacionados con los niveles de educación, por tanto, las mujeres instruidas, contraen matrimonio más tarde, usan métodos anticonceptivos y trabajan más. Es importante un apoyo desde el ámbito familiar, para que la mujer tenga acceso a la educación. En los ámbitos rurales de los países en vías de desarrollo, se da prioridad de acceso a la escuela a los niños mientras que las niñas se tienen que dedicar a las labores agrícolas y de la casa.

Uno de las finalidades del objetivo del Milenio que desarrolla este blog, era precisamente eliminar la desigualdad de género en Primaria y Secundaria y conseguir la igualdad de género completa para 2015.Según datos de Unicef y a pesar de las buenas prácticas, todavía no vamos camino de poder conseguir los objetivos porque todavía miles y miles de niñas siguen sin escolarizar. Además, la educación tampoco es amplia y equitativa por lo que muchas menos niñas finalizan toda la Primaria o por lo menos hasta el cuarto curso, no pudiendo ser así consideradas alfabetas funcionales.

En lo que a la Secundaria respecta, en países como Burkina Faso, Burundi, Chad, Etiopía, Guinea, Níger, Somalia, y Tanzania, la tasa bruta de matriculación no llega al 10%.

Para terminar, es comúnmente sabido que, no solo en los países en desarrollo sino en todos, las mujeres se decantan por los estudios universitarios relacionados con la enseñanza o la sanidad y los hombres por los estudios de Ciencias Naturales o las Ingenierías. Además, después de haber estudiado, los altos cargos o posiciones siguen estando ocupados principalmente por hombres, como veíamos en una de las entradas de este blog referente a esta situación en la UBU.

Trabajo

Las mujeres se incorporaron al mundo laboral de forma significativa a principios del s.XX. Durante la primera y la segunda Guerra Mundial, como los hombres estaban en los frentes, fue necesario emplear mano de obra femenina. En Europa Occidental, Japón y Norteamérica, esto fue un paso clave para la posterior incorporación masiva de la mujer a los sectores industriales y de servicios.

Por suerte, la tasa de participación de las mujeres en el mundo laboral ha aumentado y continúa haciéndolo, aunque su trayectoria es muy inestable. Eso sí, en ningún país del mundo el número de mujeres que se dedica a trabajos remunerados  es superior al número de hombres. Todo ello, teniendo en cuenta que limpiar, acarrear agua, cuidar de los hijos, cocinar, cultivar para el autoconsumo o recoger leña, no entran dentro del cómputo de lo que se considera “trabajo”.

Los trabajos remunerados que desempeñan las mujeres son considerados como meras aportaciones y ayudas a la economía del hogar. Esto hace que se valore mejor la aportación económica del varón y dificulte la incorporación de la mujer al mercado laboral: trabajamos más a tiempo parcial, nos dedicamos al sector servicios, tenemos salarios inferiores ante actividades de la misma categoría profesional o como ya hemos comentando anteriormente, no accedemos a puestos de responsabilidad en las mismas condiciones que los hombres.

Además de todo esto, hay que tener en cuenta, que para las mujeres, la familia y el trabajo están íntimamente unidos. De manera que, además de dedicarse a su trabajo fuera de casa, se tienen que dedicar a su trabajo dentro de casa y , sin olvidar que existe un reparto desigual de las tareas domésticas, la mujer trabajan dos horas semanales más que los hombres, según un estudio hecho en la década de los 80-90 en los países desarrollados.





En el siguiente gráfico, podemos observar cómo el desempleo en las mujeres es mucho mayor que en los hombres, con tan solo dar un golpe de vista y observar cómo las líneas de color morado oscuro sobresalen más en todos los países  que las de color morado más claro.




Si tenemos en cuenta los tres tipos de sectores laborales existentes, servicios, secundario y primario, observamos grandes diferencias por sexos. La mayoría de las mujeres de Europa Occidental y de los países desarrollados, se dedican al sector servicios: enseñanza, sanidad, comercio, cuidado de niños o de personas mayores y servicio doméstico.

Muchas de las empresas/industrias que se han instalado en los últimos años en los países en vías de desarrollo, utilizan mano de obra femenina, hábil, con bajos grados de sindicación, explotada y no muy bien retribuida. La agricultura es la principal ocupación de las mujeres en Asia y África Subsahariana.

Para terminar con este apartado referente al trabajo, vamos a referirnos a desigualdades en la renta disponible en hombres y mujeres. En países como Arabia Saudí, Omán y Belice, la renta femenina no alcanza el 25% de la masculina. Para hacernos una idea de la situación, Noruega, que es el país donde menos diferencia hay entre la renta de las mujeres y la de los hombres, la renta femenina solo alcanza el 73% de la masculina. Y, una vez más, las causas de estas situaciones son debidas a la falta de consideración de los trabajos que desempeñan las mujeres, a los menores sueldos que recibimos, al control que muchas veces ejercen sobre nosotros los hombres y al hecho de que éstas tengan que repartir su renta con hijos u otros familiares.




Fuente: GAGO, CÁNDIDA, Atlas de las mujeres en el desarrollo del mundo, España: Sm, 2006.

lunes, 23 de abril de 2012

DESIGUALDADES PARTE 2 : RELACIONES, TIPOLOGÍA Y VIOLENCIA FAMILIAR.


Como ya anuncié en la entrada anterior, estoy desarrollando una temática, la de las desigualdades que nos atañen a las mujeres del mundo, que va a ser presentada a lo largo de varias entradas.

Nos encontramos así ante la segunda de ellas, donde se va a tratar el plano relacionado con la familia y donde vamos a poder observar, una vez más, datos y situaciones verdaderamente llamativos, sorprendentes y denigrantes.


Relaciones familiares

Actualmente, el modelo familiar concebido hasta el momento, está cambiando.

Sin embargo, los papeles del hombre y la mujer en la familia, desde hace años, vienen marcados. Tradicionalmente, ha sido la mujer la que se ha ocupado de las labores del hogar, de los niños, de hacer la compra, etc.

Es muy importante tener en cuenta la edad a la que las jóvenes empiezan a asumir cargas familiares.

En los distintos países del mundo, la edad a la que las mujeres contraen matrimonio difiere incluso en  12 años (Níger 18 años / Irlanda 31 años).

Cuanto más pronto se produzca el enlace, menor acceso a la educación y a un trabajo remunerado tendrá la mujer. Eso sin centrarnos en las situaciones en las que el matrimonio es acordado, los hombres son mucho mayores que las mujeres y en los que la familia de la mujer tiene que pagar una dote. Por suerte, hay diferencias entre las zonas rurales y urbanas, siendo las mujeres de estos últimos núcleos, mujeres mejor formadas y que por tanto retrasan la edad de matrimonio.



Mujeres casadas en uniones polígamas- % con respecto a mujeres casadas


Las uniones polígamas, frecuentes en gran parte de África, hacen que las mujeres y los hijos se vean más desatendidos por parte del esposo que en los matrimonios monógamos.



Tipología familiar

Lo habitual para consolidar una relación, hoy en día, sigue siendo el matrimonio.

En Latinoamérica, se aceptan otro tipo de uniones que actúan en detrimento de las ventajas de la mujer, ya que no tienen acceso, en muchos de estos casos, a prestaciones sociales.

En el último cuarto del siglo XX se ha observado una disminución del tamaño medio de los hogares (Suecia, 2,2 personas; Dinamarca y Alemania 2,3 personas; Suiza, 2,4 personas y España, 2,5 personas).

A las mujeres solo se les atribuye el rango de “jefas del hogar” en cado de que estén divorciadas si no, esta categoría, sin lugar a dudas, la ostenta el hombre.



Estado civil de la jefatura del hogar - -Solteros Casados Otro estado

Se está aumentado el número de mujeres solteras en los últimos años y además, se está mejorando la valoración de esta situación. Es decir, cada vez está mejor visto y cada vez se está dando mayor paso a composiciones familiares diferentes a la tradicional, lo que supone, por esta parte, un gran avance.

Violencia

La violencia contra las mujeres y niñas se da, por desgracia, en todos los lugares, en todas las sociedades y en todas las culturas, independientemente de las características de éstas.

Cualquier tipo de agresión, sea cual sea su forma, es considerada por la ONU, un atento contra los derechos fundamentales de la mujeres.

Como ya sabemos, porque ha sido comentando anteriormente en este nuestro blog, en Asia, muchas mujeres desaparecen cada año y cada día como consecuencia de los abortos selectivos.

Muchos mujeres son también las que sufren e incluso, llegan a suicidarse, por el acoso doméstico al que se ven sometidas diariamente.

Además de la violencia doméstica, la violencia y el tráfico sexual (prostitución y pornografía), constituyen otro problema grave, al que se le une la “no denuncia” de estas situaciones (en Sudáfrica, por ejemplo, menos del 3% de las mujeres denuncia este tipo de situaciones)

Prácticas como el corte genital o los asesinatos “para restaurar la honra” de los varones, que serán abordadas con más detalle en sucesivas entradas de nuestro blog, ponen en peligro y matan a miles de mujeres cada año.

Uno de los problemas, y es lo que debemos tratar de erradicar, radica en que muchos de los hombres que realizan estas prácticas violentas contra sus mujeres, hijas o hermanas, están respaldadas por el apoyo de la cultura, donde se permiten, y por la idea de que estas prácticas son consideradas, simplemente, una forma más de disciplina. Dos ideas, que bajo mi punto de vista, no se pueden tolerar, ya que atentan contra nuestra salud física y mental.



Incidencia en algunos países del mundo de algunas de las formas más habituales de ejercicio de violencia contra las mujeres


Fuente: GAGO, CÁNDIDA, Atlas de las mujeres en el desarrollo del mundo, España: Sm, 2006.

domingo, 22 de abril de 2012

DESIGUALDADES PARTE 1 : DEMOGRAFÍA, FECUNDIDAD Y MATERNIDAD.


A lo largo de las tres siguientes entradas, voy a abordar las diferencias y desigualdades que afectan a las mujeres, en distintos ámbitos de la vida.

En primer lugar, voy a empezar por las desigualdades demográficas y las referentes a las condiciones de fecundidad y maternidad.

Seguidamente, y ya en otra entrada, abordaré las relaciones familiares, la tipología familiar y la violencia que se derivada de las diferencias sexuales.


Por último, trataré de agrupar los temas de salud, trabajo, educación y rentas en otra entrada, para acabar  refiriéndome al acceso y la participación política de la mujer.

Demográficas:

A comienzos del siglo XIX la proporción de mujeres frente a la de hombres era de un 98.6% de mujeres por cada 100 hombres. En un principio, la relación entre ambos sexos al nacer es biológicamente estable. Pero, como veíamos en la entrada anterior de nuestro blog, esta relación biológica puede verse alterada por procesos selectivos.
No obstante, esta tendencia tiende a equilibrarse conforme pasan los años (edad), pues la mujeres han demostrado tener mayor resistencia fisiológica. En Europa, donde hay más desarrollo económico, existe una ratio media de 1.03 mujeres por varón.
Es curioso observar cómo la esperanza de vida entre sexos aumenta según aumenta el nivel de desarrollo económico y social. Además, por término medio las mujeres viven más que los hombres (70/65 años). De ahí que la población envejecida esté formada en su mayoría por mujeres.
El paulatino y cada vez mayor incremento de la esperanza de vida, acarrea graves y serios problemas sociales, como que el aumento del número de ancianas viudas, sin recursos, déficits en los sistemas de pensiones, abandono de personas mayores, etc. También, las penurias económicas han hecho que en muchos países tengan que empezar a ser las mujeres las que emigren en busca de trabajos en el servicio doméstica u otros.


Países con mayor proporción de hombres: mujeres por cada 100 hombres.



Fecundidad:

Para que se produzca un reemplazamiento de generaciones adecuado, es necesaria una media de 2.1 hijos por mujer. En 2005, esta cifra era 2,6. Cuanta más educación posea la mujer, mayor acceso a la contracepción  y con métodos más seguros. Así, en las sociedades desarrolladas, las mujeres tienen mayor y mejor acceso a la educación, al trabajo remunerado (aunque, por desgracia, en muchos casos no en las mismas condiciones que los hombres), se casan y deciden por sí solas cuándo tener hijos, retardando así la edad para procrear. Sin embargo, en las sociedades subdesarrolladas las mujeres se casan muy pronto, tienen hijos y no son más que mujeres y esposas.



Demanda insatisfecha de anticonceptivos: % respecto al total de la demanda.


Maternidad:

La educación y la condición social, aspectos que mencionábamos en el apartado anterior, guardan una estrecha relación con los embarazos tempranos.En los Estados de la OCDE, el valor medio de nacimientos en mujeres menores de 20 años gira alrededor de 20 alumbramientos por cada 1000 mujeres de esta edad. Los valores más altos se observan en Estados Unidos, con un 51%. En Asia, África del Norte América del Sur y Las Antillas, la cifra se sitúa en torno a un 60% – 80%.
Aunque la tasa de fecundidad en las adolescentes se ha reducido en las dos últimas décadas, siguen registrándose altas tasas en el uso de medios de contracepción que conllevan riesgos para la salud de la madre y altas tasas de mortalidad derivadas directamente de los partos sin una atención médica necesaria.


Asistencia al parto: partos asistidos por personal capacitado.


Madres menores de 20 años, número de nacimientos por cada 1000 mujeres de entre 15 y 19 años


Fuente: GAGO, CÁNDIDA, Atlas de las mujeres en el desarrollo del mundo, España: Sm, 2006.