A lo largo de las tres siguientes
entradas, voy a abordar las diferencias y desigualdades que afectan a las
mujeres, en distintos ámbitos de la vida.
En primer lugar, voy a empezar
por las desigualdades demográficas y las referentes a las condiciones de
fecundidad y maternidad.
Seguidamente, y ya en otra
entrada, abordaré las relaciones familiares, la tipología familiar y la violencia
que se derivada de las diferencias sexuales.
Por último, trataré de agrupar
los temas de salud, trabajo, educación y rentas en otra entrada, para
acabar refiriéndome al acceso y la
participación política de la mujer.
Demográficas:
A comienzos del siglo XIX la
proporción de mujeres frente a la de hombres era de un 98.6% de mujeres por
cada 100 hombres. En un principio, la relación entre ambos sexos al nacer es
biológicamente estable. Pero, como veíamos en la entrada anterior de nuestro
blog, esta relación biológica puede verse alterada por procesos selectivos.
No obstante, esta tendencia
tiende a equilibrarse conforme pasan los años (edad), pues la mujeres han
demostrado tener mayor resistencia fisiológica. En Europa, donde hay más
desarrollo económico, existe una ratio media de 1.03 mujeres por varón.
Es curioso observar cómo la esperanza
de vida entre sexos aumenta según aumenta el nivel de desarrollo económico y
social. Además, por término medio las mujeres viven más que los hombres (70/65
años). De ahí que la población envejecida esté formada en su mayoría por
mujeres.
El paulatino y cada vez mayor
incremento de la esperanza de vida, acarrea graves y serios problemas sociales,
como que el aumento del número de ancianas viudas, sin recursos, déficits en
los sistemas de pensiones, abandono de personas mayores, etc. También, las
penurias económicas han hecho que en muchos países tengan que empezar a ser las
mujeres las que emigren en busca de trabajos en el servicio doméstica u otros.
Países con mayor proporción de hombres: mujeres por cada 100 hombres. |
Fecundidad:
Para que se produzca un reemplazamiento
de generaciones adecuado, es necesaria una media de 2.1 hijos por mujer. En
2005, esta cifra era 2,6. Cuanta más educación posea la mujer, mayor acceso a
la contracepción y con métodos más
seguros. Así, en las sociedades desarrolladas, las mujeres tienen mayor y mejor
acceso a la educación, al trabajo remunerado (aunque, por desgracia, en muchos
casos no en las mismas condiciones que los hombres), se casan y deciden por sí
solas cuándo tener hijos, retardando así la edad para procrear. Sin embargo, en
las sociedades subdesarrolladas las mujeres se casan muy pronto, tienen hijos y no son más que mujeres y esposas.
Maternidad:
La educación y la condición
social, aspectos que mencionábamos en el apartado anterior, guardan una
estrecha relación con los embarazos tempranos.En los Estados de la OCDE, el
valor medio de nacimientos en mujeres menores de 20 años gira alrededor de 20
alumbramientos por cada 1000 mujeres de esta edad. Los valores más altos se
observan en Estados Unidos, con un 51%. En Asia, África del Norte América del
Sur y Las Antillas, la cifra se sitúa en torno a un 60% – 80%.
Aunque la tasa de fecundidad en
las adolescentes se ha reducido en las dos últimas décadas, siguen
registrándose altas tasas en el uso de medios de contracepción que conllevan riesgos
para la salud de la madre y altas tasas de mortalidad derivadas directamente de
los partos sin una atención médica necesaria.
Asistencia al parto: partos asistidos por personal capacitado. |
Madres menores de 20 años, número de nacimientos por cada 1000 mujeres de entre 15 y 19 años |
Fuente: GAGO, CÁNDIDA, Atlas de las mujeres en el desarrollo del mundo, España: Sm, 2006.
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