Para escribir esta entrada, en la que pretendo dejar reflejada la relación y la situación de la economía y la mujer en el mundo actual en los países en vías de desarrollo, he consultado varios documentos web que he encontrado. La mayor parte de información aquí reflejada proviene de uno de ellos, que es el que yo he considerado más interesante.
Seguida a esta información, he insertado dos pdf en los que se pueden leer información también muy interesante sobre el tema que nos atañe.
El primero, más ameno y resumido,"Informe sobre el Desarrollo Mundial, Igualdad de género y Desarrollo", es un breve resumen de los principales puntos de este informe.
El segundo, "Estadísticas para la equidad de género",es un amplio documento que fue el elaborado por Vivian Milosavljevic, funcionaria de la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, un centro de estudio que colabora con las Naciones Unidas.Refleja gran cantidad de estadísticas importantes de las magnitudes y tendencias de la equidad de género en América Latina.
Desde una perspectiva global, las
mujeres componen el
70% aproximadamente
de los pobres del mundo
y va en crecimiento.
Todas ellas trabajan muy duro tanto dentro como fuera del hogar.
El 40% de los dos mil ochocientos millones de trabajadores de todo el mundo
son mujeres, aunque la compensación que reciben muchas de ellas es muy
baja. Las mujeres componen aproximadamente el 60% de los pobres trabajadores del mundo y 330 millones de ellas ganan
menos de un dólar al día.
La mayoría vive en condiciones
muy precarias con salarios
bajos, sin prestaciones sociales ni normativas sobre salud y seguridad.
Algunas son trabajadoras autónomas (vendedoras callejeras, peluqueras o
prostitutas, por ejemplo) mientras que otras son asalariadas (empleadas del
hogar, jornaleras en agricultura u obreras industriales por ejemplo). La
mayoría lucha por la supervivencia de sus familias.
El trabajo en la economía sumergida
constituye una importante contribución a las economías locales y nacionales
pero pasa ampliamente desapercibido. A menudo tiene que ver con funciones tradicionalmente consideradas como femeninas como la
preparación de comidas o la costura pero también puede tratarse de trabajos
pesados realizados generalmente por hombres. Por lo general, las mujeres suelen
estar muy mal pagadas y tienen un status social bajo. También puede existir trabajo
infantil en el que chicas muy jóvenes
ayudan con sus trabajos remunerados en otras tareas domésticas. Si las mujeres consiguen trabajar fuera de
casa, pueden conseguir una mayor independencia. Pero muchas situaciones
laborales expondrán a las mujeres a nuevos riesgos físicos y psicológicos que
pueden dañar su salud.
De manera más general, muchas mujeres sufren daños
físicos debido a la intensidad del trabajo físico. También pueden sufrir
problemas de salud mental
como resultado de la presión emocional originada por sacar adelante sus
familias en circunstancias difíciles. El resultado final para estas mujeres
puede ser el agotamiento
físico y altos niveles de depresión
y ansiedad para
cuyo tratamiento recibirán poca
o ninguna ayuda. Tres estudios de casos pueden ilustrar estos problemas:
el trabajo industrial, el trabajo sexual y el trabajo agrícola.
En muchas partes del mundo, el trabajo sexual o
prostitución está aumentando a un ritmo muy rápido (en Tailandia donde el valor
total del mercado sexual equivale actualmente al 60% aproximadamente del gasto
público) Según la UNICEF aproximadamente un millón de chicas se convierte en
prostituta cada año. Los riesgos físicos y psicológicos para la salud de estas
mujeres son muy elevados, encabezando la lista la violencia de género y el
SIDA.
A escala mundial, las mujeres componen la mayoría
de trabajadores tanto remunerados como no remunerados del sector agrícola.
En la mayoría de países en desarrollo, producen entre el 60% y el 80% de los alimentos y en Asia el
90% del trabajo en los arrozales es realizado por mujeres y chicas jóvenes.
Necesitan acceder al sistema educativo para aprender a leer
y escribir y recibir formación que les permita mejorar sus capacidades de cara
al mercado laboral. Necesitan tener acceso a un sistema
sanitario adecuado para ellas y sus familias y necesitan servicios
flexibles que les ayuden en el cuidado de los hijos. Se necesitan cambios legislativos y una política social que evite la discriminación
en el empleo, en el salario y el acceso a los créditos.
Se están creando en todo el mundo
nuevas organizaciones
de mujeres para mejorar su situación y para que estas necesidades puedan ser
cubiertas. Uno de los mejores y más conocidos ejemplos lo constituye la Asociación
de Mujeres Autónomas de la India. También muchos sindicatos luchan
por que estas necesidades sean cubiertas, jugando actualmente un papel muy
importante las tecnologías de la información.
¿Cómo podemos apoyar estas
iniciativas desde nuestra situación en el “mundo rico”?
- -Como ciudadanos podemos presionar a nuestros gobiernos para que
apoyen políticas comerciales que ayuden a las mujeres pobres en los países en
desarrollo. (Si nuestra propia situación laboral nos permite tener contacto con
estas mujeres podemos tratar de asegurarnos que la política corporativa sea
justa con respecto a ellas)
- -Como consumidoras podemos decidir no comprar a empresas
que no se tomen la igualdad de género y los derechos de los trabajadores en
serio.
- - Como
activistas globales podemos apoyar
campañas internacionales para la aplicación de códigos éticos de
prácticas por parte de las empresas que empleen mujeres de todo el mundo.
La mujer siempre se ha llevado la peor parte. También en el mal llamado primer mundo, tantos años de cultura judeo cristiana, no la deja aún bien parada. La situación se agrava en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, quiero pensar que las cosas pueden estar cambiando aunque sea un poquito. La mujer es transversal en casi todos los proyectos de las Ongs y se ha visto que cuando se conceden microcréditos a ellas son capaces de gestionarlos de forma muy exitosa. Hay que seguir luchando por el empoderamiento de la mujer. En República Dominicana, en Marruecos ... son muchas las mujeres que están tomando la iniciativa. Necesitan que las apoyemos. Me parece muy bien lo de posicionarse en nuestro consumo para castigar a aquellas empresas que no saben respetar.
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